Las operaciones en entorno urbano para el reparto de mercancías mediante drones, está cada día más cerca de ser una realidad. Las experiencias reales llevadas a cabo en diferentes países están demostrando lo que ya suponíamos, las enormes posibilidades y las ventajas del uso de UAS para este tipo de transporte. Hemos destacado en anteriores blogs las dificultades que todavía tenemos que superar para que en nuestro entorno cercano podamos hacer uso de los drones para recibir un paquete o para realizar una compra online y conseguir la entrega en un tiempo hasta ahora impensable. En ciudades grandes donde el transporte terrestre esta congestionado, el uso del espacio aéreo supone una nueva alternativa, de alta capacidad, y que permite un transporte sostenible, seguro y económico.
Es curioso que en España no exista todavía un caso de uso real que, aunque de forma testimonial, pueda ser un ejemplo y un aporte de experiencias para que se vayan acumulando datos sobre la AAM (Advanced Air Mobility). Hay en casi toda Europa, América y Asia diferentes empresas que ya están ofreciendo servicios de paquetería aportando un conocimiento importantísimo sobre este tipo de transporte, muy útil para el desarrollo global del sector. No creo que esta situación en España sea por falta de empresas operadoras interesadas y deseosas de realizar estas experiencias y más me inclino a que la pelota, de esta falta de iniciativas reales, está en el tejado de la administración española.
Con los datos conocidos de las experiencias que ya hay en marcha en diferentes lugares, los resultados son espectaculares. Por ejemplo, los repartos con drones son del orden de 10-12 veces más eficientes que el uso de vehículos terrestres eléctricos y del orden de 50-60 veces más eficientes que la utilización de un vehículo de reparto movido por combustible fósil. Para hacerlo más ilustrativo, con la cantidad equivalente de energía que usa un dron para realizar una operación de entrega de una mercancía a una distancia de 20 kilómetros, un automóvil de gasolina promedio podría viajar alrededor de 0,4 kilómetros y un vehículo eléctrico podía viajar 2 kilómetros.
Otra cuestión, que ya ha sido debatida en anteriores blogs, es el coste de la operación que podemos obtener en estas experiencias reales, quizá todavía no en su nivel óptimo. Pero como también hemos comentado, la sucesiva implantación de estas operaciones, la mejora de la eficiencia de las operaciones y sobretodo su automatización, irán reduciendo los costes. Es también evidente y ya comentado que no en todos los lugares y en todos los casos será posible el uso de drones, por lo que el horizonte más realista es que convivan diferentes modos de transporte ajustándose en cada caso el uso a la oportunidad, eficiencia y demanda del mercado.
Pero las posibilidades de acceso y de entrega mediante drones va mucho más allá de lo que conocemos ahora y ni siquiera nos imaginamos.
Una empresa europea operadora de drones presentaba como casos de uso de sus drones situaciones que, aunque no muy frecuentes, nos ilustran sobre las posibilidades de esta movilidad. En sus ejemplos, una madre hacia llegar a su hijo el bocadillo a la escuela que se había olvidado, desde un dron enviado directamente desde su casa y con destino el patio del colegio. Esta misma empresa presentaba otro caso de un excursionista que en medio de un bosque se había olvidado una herramienta y con una llamada de teléfono se la enviaban con un dron directamente hasta su ubicación. Pero imaginemos este mismo caso en otra variante, donde un excursionista solo o acompañado sufría un percance en el medio de un bosque y con una llamada de teléfono advirtiendo de lo sucedido, reciba con un dron las medicinas necesarias para una primera cura.
Una de las ventajas de las entregas con UAS es que no es necesaria la espera en un punto fijo, y podemos recibir un pedido allí donde estemos.
Llevando esta situación al extremo, la compañía norteamericana Wing, ha realizado una demostración exitosa de entrega de mercancía con drones en cualquier sitio, en concreto ha realizado la entrega de cerveza y cacahuetes en una cola de un estadio, que usuarios cansados de esperar han solicitado su consumición mediante drones. En concreto el ensayo se ha realizado en el estadio Coors Field en Denver, Colorado. Aunque no se llevó a cabo en un día de partido, el ensayo se realizó sobre más de 1.000 personas presentes en las gradas. La entrega se realizó mediante cabrestante sobre exactamente la persona que había solicitado el servicio.
Como podemos ver, las posibilidades de uso de los UAS son enormes y es hora de que se empiecen a realizar operaciones reales en nuestro pais. Hay toda una industria y operadores deseosos de aportar experiencias, que ya en otros lugares llevan tiempo realizando.
Pablo Morera