Cuando hablamos de las actividades de inspección industrial el concepto tradicional es cumplir con los programas de mantenimiento establecidos, que a su vez se diseñan de acuerdo a las normas de obligado cumplimiento o aquellas que se establecen de forma autónoma.

La evidencia sobre la realidad de las inspecciones constituye un conjunto de actividades que van desde aquellas más sencillas como una simple comprobación visual de una instalación o de un proceso, a otras mucho más sofisticadas y complejas y por supuesto mucho mas costosas.

Si establecemos los parámetros que definen cualquier tipo de inspección, podemos contemplar resumiendo los siguientes: tiempo, coste, recursos y peligrosidad.

Estos parámetros contienen cada uno de ellos sus propios factores que los definen y cuantifican, pero a su vez cada uno de ellos introduce imputs en los demás. Así, por ejemplo, el tiempo considerado como los intervalos de ejecución de las tareas de inspección pueden interferir en la propia actividad empresarial y por lo tanto reducir o demorar esos plazos tendrá una repercusión en los costes. A su vez los recursos necesarios según se dimensionen y según se elijan diferentes herramientas tendrán impacto en los costes y en la peligrosidad. Y así podríamos seguir enumerando las diferentes conexiones que se establecen entre los citados parámetros.

Los costes son sin duda el factor que gobierna muchas de las decisiones que al final se concreta en el plan de inspecciones, sin olvidarnos que la peligrosidad y las medidas mitigadoras de riesgos se traducen al final en una componente a veces muy importante del coste final.

Se han tratado de buscar formas de integrar las inspecciones en los planes de mantenimiento en algunos sectores mediante las inspecciones basadas en el riesgo, RBI (Risk-Based Inspection) que viene a ser una forma de plantear las inspecciones analizando los riesgos de los componentes y de los sistemas y ajustarlas para que al final, como decíamos antes, se consiga una reducción de costes.

Todas estas lógicas innovaciones van unidas a la introducción de nuevas herramientas que pueden ayudar no solo a disminuir los costes si no que proporcionan una mejora sustancial en los planes de inspecciones establecidos, por ser capaces de realizar las inspecciones a menor coste, más rápido y sobre todo por hacerlas más seguras.

Todas estas herramientas están en continua evolución, siendo cada vez más capaces y aportando más datos que dan más valor a las inspecciones. Por otra parte, se pueden realizar inspecciones programadas y en lo que podríamos denominar inspecciones virtuales donde la participación humana es prácticamente inexistente.

Todo esto plantea un enfoque distinto a las inspecciones para que ya no se consideren como una unidad de coste dentro de las actividades de la empresa y pase a considerarse como una unidad de negocio interna. Las inspecciones así planteadas dejaran de ser un coste adicional a las cuentas de explotación para ser considerado como un departamento que genera unos beneficios que pueden ser cuantificados fácilmente.

Inspecciones más baratas, con menos riesgos, más eficaces, produciendo ahorros en los costes de mantenimiento, evitando averías, etc, cada vez más eficiente en los recursos que utiliza, puede ser la diferencia entre empresas en sectores industriales maduros.

Las inspecciones con las herramientas adecuadas y con una gestión orientada a la seguridad y a la eficiencia puede ser un factor determinante en la competitividad de una empresa.

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