Estamos llegando al final del año 2022 y es una buena ocasión para analizar como evoluciona esta industria global de los UAS. Es notorio que, poco a poco, los drones van tomando posiciones y presencia en la sociedad y en la industria. Quizá para muchos la velocidad de crecimiento es menor que las expectativas que se tenían hace años y hasta podríamos decir que las predicciones sobre el tamaño del mercado han sido siempre superiores a la realidad de lo que venía ocurriendo ocurría año tras año.

Podemos diagnosticar porque ocurre esta circunstancia de diversas formas, pero hay dos aspectos que creo son a destacar, uno endógeno y otro exógeno. Por una parte, cualquier actividad nueva (y además novedosa) que irrumpe en el mercado presenta al inicio siempre altibajos y variaciones que no tienen que ver con la oferta en sí mismo, sino mas bien son propios de un ajuste necesario entre las distintas fuerzas que gobiernan los mercados, como son los productos sustitutivos, los nuevos entrantes, los hábitos y costumbres adquiridas, las reacciones al cambio, las incertidumbres tecnológicas, etc., que influyen en cada acaso de forma distinta, pero que alteran los diagnósticos, introduciendo factores que son difíciles de predecir en ambos sentidos, algunos de forma positiva y otros de forma negativa.

Por otra parte, un aspecto endógeno de este sector que influye de forma directa y que no ha sido tenido en cuenta por los nuevos actores, en su total dimensión, es que la industria aeronáutica o del transporte aéreo, donde se enmarcan las operaciones de UAS, es posiblemente uno de los sectores de la economía más regulados. Si además introducimos la circunstancia de que estamos ante un transporte aéreo nuevo con nuevas tecnologías pero que tiene que convivir con una aviación tradicional, solo puede pasar que los avances normativos que rigen las operaciones de UAS vayan evolucionando a un ritmo marcado por la evidencia de que la seguridad se mueva con unos márgenes quizá exagerados para unos, pero necesarios para el legislador, que los ira reduciendo según el sector proporcione evidencias contrastadas de una seguridad adecuada.

Pero hay aspectos del mercado que si nos llaman la atención más allá que su crecimiento global y es como se redistribuyen las actividades entre los distintos trabajos que se realizan con los UAS y la forma que las empresas optan a estos servicios.

En un reciente estudio realizado por DRONE INDUSTRY INSIGHTS, proporciona un dato muy curioso que más allá de ser un dato cuantitativo de lo que ocurre en el mercado a nivel global, es un elemento que añade una circunstancia que, puede alterar las fuerzas del mercado, por constituir un vector nuevo a tener en cuenta en los próximos años y que puede ser constitutivo de un análisis más detallado en otro blog.

Nos referimos a la circunstancia de que en algunas de las tareas más extendidas en la actualidad y que mayor protagonismo tiene en el reparto del total del mercado de UAS, como son la cartografía, la topografía, la fotografía y las filmaciones, se está produciendo un mayor desarrollo y crecimiento en los departamentos internos de las empresas que precisan de estos servicios, que el crecimiento de empresas proveedoras de los mismos.

Sin embargo, esta circunstancia no se produce, de la misma forma, sino todo lo contario, en las tareas de inspección y vigilancia industrial.

Puede ser esto una tendencia que se vaya consolidando y que solo las operaciones con UAS realmente especializadas, vayan tomando importancia en empresas proveedores de servicios externos o quizá, es solo una circunstancia temporal que obedece más a lo que comentábamos antes de las variaciones propias de un mercado todavía en fase de turbulenta. Estaremos atentos a estas evoluciones.

www.jasdrone.com

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